La reflexión del domingo
Os dejamos la reflexión de José Carlos en el cuarto Domingo de Pascua, Domingo del Buen Pastor
El comentario de nuestro párroco:
Buen Pastor, cuando voy en el rebaño y no te veo, escucho tu vara que me sosiega el alma.
A tu lado siento seguridad.
Tú me conduces, pero también me inspiras para ser creativo.
Me llevas por senderos siempre nuevos, no faltos de oscuridad, no exentos de dolor, pero senderos deseados, porque conducen a buenos pastos, a fuentes tranquilas.
Buen Pastor, ante el ruido que hacemos las ovejas, tú callas. Pero sigues caminando, continuas susurrando para que reconozcamos tu voz y no nos perdamos.
Buen Pastor, vas en mi búsqueda cuando me pierdo, me esperas cuando me retraso, me frenas cuando voy demasiado rápido, me conduces cuando ignoro el camino.
Buen Pastor, curas las heridas que me dejó el largo camino, me acaricias y me calmas cuando el miedo al lobo me ha espantado.
Buen Pastor, provees mi alimento diario, ese alimento necesario para el cuerpo y el otro, que alimenta mi alma. Y con él me siento capaz de compartir con otras ovejas, deseoso de amar a las que están heridas, de acoger a las que vienen de otros rediles, de perdonar a las que me han ofendido. Tú alimento es poderoso para construir la paz.
Y cuando termina ya el camino por estos campos, tienes preparado un lugar de verdes praderas para tener vida en abundancia. Gracias Buen Pastor porque también has sido oveja y cordero de Dios. Por eso conoces tan bien todo lo que yo siento
José Carlos
Pincha aquí para volver a Inicio
Comentarios
Publicar un comentario