La reflexión del domingo

Os dejamos la reflexión de José Carlos en el tercer Domingo de Pascua

El comentario de nuestro párroco:

Una fe pura no es fácil de descubrir. Suele ir de la mano de tradiciones y costumbres, que no son fe, o de ideologías o de planteamientos personales que empañan la fe o la convierten en algo distinto, a la medida de cada uno. El evangelio de hoy nos habla de Pedro. Se culmina el proceso de su adhesión a Jesús, de purificación de su fe y por tanto de su seguimiento. La negativa a que Jesús le lavará los pies, las tres negaciones... eran el síntoma de que Pedro no había entendido a Jesús. Había sido discípulo del Bautista y pensaba que Jesús era ese mesías político que muchos esperaban para la liberación de Israel frente al yugo romano. Era fácil ver un Mesías así en Jesús que buscaba la forma de dar de comer a los hambrientos, que se ocupaba de los excluidos como los leprosos, que restituía la dignidad a los pobres y criticaba a las autoridades. Ese deseo político de Pedro competía con sus propios sentimientos de miedo a perder su vida, que le llevó a negar a su maestro, abandonándolo en los momentos más cruciales.

Para poder seguir a Jesús, Pedro necesitaba purificar su fe. Por eso le pregunta por tres veces en el lago: "¿Simón, hijo de Juan, me amas?" El recuerdo de las tres negaciones era inevitable. Por eso le responde finalmente: "Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero" En el seguimiento de Jesús intervienen las ideologías, las tradiciones, las limitaciones personales... Muchas interferencias que están presentes en todos, pero que es necesario purificar. Para seguir a Jesús solo es necesario dejarse fascinar por su persona, amarle y entregarse por entero a él, dejando a un lado mis preferencias. Jesús no busca ser un Mesías político, por eso se aleja del poder, pero a la vez no cesa de trabajar por erradicar la pobreza, restituir la justicia, restablecer la paz. Muchos han utilizado la religión para salvaguardar sus ideales políticos. Otros en cambio quieren reducir la religión al ámbito del culto sin que interfiera en asuntos humanos como la desigualdad, la guerra, el trabajo... Al Papa Francisco se le ha tachado de comunista por defender a los migrantes, o pedir una iglesia pobre. No hacia más que vivir el evangelio de Jesús en el tiempo que le ha tocado. Afortunadamente, el evangelio es más antiguo que las ideologías actuales. Los cristianos tenemos un mensaje propio que deseamos vivir en cada momento, sin competir con nadie, pero con la firmeza de la fe. Esa es parte de la misión de la iglesia, esa barca de pescadores que ha salido en la noche a pescar y no ha cogido nada, porque no estaba Jesús. Pero cuando se fía de la Palabra de su maestro, llena las redes de peces. El maestro indica siempre al rescate de los peces que se están ahogando, los peces más humildes, los descartados. Ahora que estamos en espera de un nuevo pastor que dirija la barca, pedimos al Cielo que sea alguien que ame de verdad a Cristo y a su pueblo.

José Carlos

Pincha aquí para volver a Inicio

Comentarios