Vía Crucis del grupo de catequesis
Os dejamos un nuevo ejercicio de meditación. En esta ocasión es el que han hecho, este último viernes, los niños de catequesis. Al final del texto que siguieron os dejamos unas fotos de los niños
I Estación: Jesús es condenado a muerte
Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Por tu santa cruz redimiste al mundo
Me resulta fácil que fueron los judíos y los romanos quienes te condenaron. Es mentira, lo sé. Soy yo, Señor, quien te condena; es mi pecado, son mis ideas, mi forma de actuar y mi comodidad las que te condenan.
Me conmueve el verte coronado de espinas y expuesto como un muñeco de feria ... pero pronto lo olvido y sigo a lo mío
Señor, pequé, tened piedad y misericordia de mí. Bendita y alabada sean la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre. Amén
II Estación: Jesús carga con la cruz
Maestro, me ofreces tu mano y tu ayuda para que lleve mi crucecita junto a tí, pero rehuso. Sabes que me asustan la cruz y el sacrificio, y me es más fácil echar mi cruz sobre la tuya y caminar sin compromiso, sin responsabilidad.
Y te contemplo callado, subiendo la Vía Dolorosa, sin quejarte, y con el peso añadido que yo no quiero llevar.
Enséñame, Maestro, a llevar la cruz, rompe mi falta de compromiso, ayúdame a convertirme
III Estación: Jesús cae por primera vez
Ahora te miro curiosamente: estás enrollado en la cruz y lleno de sangre y polvo del camino.
Sí, te miro, Señor, pero no quiero verte y protesto para que me quiten esa basura del camino. Y grito al gobierno y a Dios que permiten que haya gente tirada en el camino. Pero sigo sin agacharme y sin darte mi mano. Me resulta más cómodo mirar a otro lado y seguir con mis prácticas religiosas que son más fáciles de llevar.
IV Estación: Jesús se encuentra con su madre
Aparece la Madre llorando y arrojándose a tu cuello.
Veo a María ¡Cómo tiemblan sus labios! ¡Cómo se doblan sus rodillas! ¡Cómo caen sus lágrimas! Busca con la mirada ayuda, auxilio, compasion ... pero todos bajamos la mirada y la dejamos sóla con su Hijo
Un soldado la aparta con dureza y la deja tirada en el camino, y un latigazo más en tus espaldas te obliga a seguir en soledad.
Señor Jesús, que mi corazón no sea tan frío, que no sea tan insensible
V Estación: El Cirineo ayuda a Jesús a llevar la cruz
El camino se hacía eterno y los soldados se impacientaban. Miraron entre la multitud y echaron mano de un tal Simón de Cirene para que te ayudase
A mí no me encuentran los soldados, voy a lo mío, no dejo que me pillen. Asi soy, Señor, y creo en tí para que me soluciones todo pero no me metas en líos
Aunque me gustaría ser Simón de Cirene, ser de los que siempre ayudan. Pero sólo me lo propongo, no llego a hacerlo...
VI Estación: La Verónica limpia el rostro de Jesús
Nosotros tan tranquilos, tomando un vino y comentando el jolgorio. Desde nuestra comodidad criticamos a los que van pasando, los gestos que hacen, los vestidos que llevan. Chismorreos
La Verónica secó nuestra lengua, nos dejó sin palabras. Se abrió paso entre los soldados y con un lienzo limpió tu sangre y tu sudor
He visto tu rostro, Señor, y tu mirada: es limpia, serena, está llena de misericordia, me sonríes con ternura y no me condenas
Tu paciencia conmigo me va ganando pero he sido cobarde y vuelvo a agachar la cabeza para no verte
VII Estación: Jesús cae por segunda vez
Ahora te veo tirado al borde del camino y pisoteado
¿Cómo pudes humillarte de tal manera y seguir siendo Maestro?¿Cómo, con tanta facilidad, te dejas pisar para que no me pisen a mí?
Estas loco, Señor, ¿crees que te lo voy a agradecer?
VIII Estación: Las mujeres de Jerusalén lloran por Jesús
No pueden hacer nada por tí las mujeres que te quieren y lloran de impotencia. Sus lágrimas con para tí un vaso de agua fresca en medio de tanto infierno
Y veo, ¿cómo te miran? ¿cómo las miras?
Y una vez más, Señor, siento envidia ...
Si al menos mi corazón supiera llorar
IX Estación: Jesús cae por tercera vez
Al verte caer por tercera vez hacíamos apuestas a que no llegabas al Calvario. ¡Qué fácil es hacer leña del árbol caído! No me duele tu dolor, no me duele el sufrimiento de los demás ...
Señor, me estoy haciendo demasiado egoísta, demasiado insensible y cada día soy más animal que humano ...
Pero tú luchas por mí, te levantas con amor infinito para levantarme también a mí y darme esa dignidad humana que he perdido.
Ayúdame a convertirme, Señor
X Estación: Jesús es despojado de sus vestidos
He llegado hasta el Calvario como un curioso más, pero mi conciencia no está tranquila ...
Y ahora el espectáculo de los vestidos: sin túnica, sin sandalias, sin dignidad
Voy comprendiendo, Maestro: cuando el amor está ausente no tenemos reparo en desagradar, en ridiculizar, en despojar ...
Y sigo contemplando el espectáculo con pasividad ... Y tú me sigues mirando con ternura.
Perdóname, Señor
XI Estación: Jesús es clavado en la cruz
Y al golpe del martillo cierro los ojos.
Hay violencia en el mundo, hay tortura, hay degradación del otro ... y me doy cuenta de que yo formo parte de esa jauría humana.
Tu pasión es el choque brutal entre tu amor infinito y mi rechazo del mismo, mi falta de compromiso, de sacrificio, de entrega ...
Quiero hacer algo, Señor, ayúdame
XII Estación: Jesús muere en la cruz
Has muerto, Señor ...
Y me quedo sin palabras ...
Sé que yo te he matado ... Y, ahora ¿qué?...
En el silencio de mi corazón sigo oyendo tu voz: "Ánimo, tú puedes darme vida"
XIII Estación: Jesús, muerto, es puesto en brazos de su madre
El cielo se ha vestido de luto
La tormenta empapa a María que abraza tu cuerpo frío e inerte para darte calor.
La mirada de tu Madre se cruza con la mía; me siento culpable, me siento vencido.
Me rindo, Señor, quiero ser como tu Madre, quiero abrazarte y darte calor en cada hermano: dame fuerzas para vencer mi pasividad.
XIV Estación: Jesús es colocado en el sepulcro
Ya no me asusta el sepulcro, se que vives Maestro.
Te siento vivo y presente en mi corazón y me siento invitado a enterrar contigo mi egoísmo, mi pasividad, mi falta de compromiso, mi comodidad, mi orgullo.
Señor, dame valentía, ayúdame a morir al desamor y a renacer contigo a la vida nueva
Dejamos un comentario que nos ha hecho llegar Tere, catequista del grupo de confirmación y que va dirigido a los niños del grupo de catequesis que hicieron el Vía Crucis el pasado viernes. Esto es lo que nos dice:
ResponderEliminar"Enhorabuena, chicos/as, estuve siguiendo el Vía Crucis que leisteis el viernes. Me encantó la elección del Vía Crucis que hicieron vuestras catequistas y lo bien que lo hicisteis. Estoy segura de que Jesús y María estaban muy felices con vuestro trabajo"