El Papa Francisco convoca a un "Año de San José"

Con motivo del 150 aniversario de la declaración de san José como Patrono de la Iglesia Universal, el Papa Franciso nos convoca, desde el 8 de diciembre de 2020 hasta el 8 de diciembre de 2021, a celebrar un año dedicado especialmente a San José. 
Desde aquí felicitamos a todos los que celebran su onomástica, en masculino o femenimo, y a los padres en su día                  
San José y el niño, Guido Reni
 Poco habrá que nos sea desconocido de San José. Todos conocemos sus dudas, hemos leído el episodio del ángel que se le apareció en sueños, sabemos que fue el esposo de María y, por tanto, padre putativo de Jesús. Conocemos su oficio y que, a pesar de ser de origen humilde, provenía de la estirpe del rey David.
Se nos ha presentado como padre protector que llevó a su familia a Egipto para salvaguardar su seguridad y que se ocupó de la educación de Jesús, fiel a la Ley y a la tradición.

San José es el patrón de la Iglesia Universal, de la buena muerte, de las familias, de los padres, de las mujeres embarazadas, de los viajeros, inmigrantes, artesanos, ingenieros y trabajadores.

La iconografía con la que se representa es casi siempre con el niño en brazos, y en algunas ocasiones lo lleva cogido de la mano; en la otra mano, lleva un bastón con una vara florida que se cree es de almendro, suplantada muchas veces por la azucena o lirio – símbolo de pureza y castidad-. A veces se le representa con las herramientas propias de su oficio de carpintero y, a veces, la paloma del Espíritu Santo aparece sobre las flores de la vara

El culto a San José se inicia en el siglo XVI, siendo los grandes propulsores de este culto Santa Teresa de Jesús y los Carmelitas Descalzos, y San Ignacio de Loyola y la Orden Jesuita.
Santa Teresa declaró su devoción de esta manera tan hermosa:

"Y tomé por abogado y señor al glorioso san José, y encomendéme mucho a él. [...] No me acuerdo hasta ahora haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer. Es cosa que espanta las grandes mercedes que me ha hecho Dios por medio de este bienaventurado santo, de los peligros que me ha librado, así de cuerpo como de alma; que a otros santos parece les dio el Señor gracia para socorrer en una necesidad; a este glorioso santo tengo experiencia que socorre en todas, y que quiere el Señor darnos a entender que así como le fue sujeto en la tierra (que como tenía nombre de padre siendo ayo, le podía mandar), así en el Cielo hace cuanto le pide. [...] Paréceme, ha algunos años, que cada año en su día le pido una cosa y siempre la veo cumplida. Si va algo torcida la petición, él la endereza para más bien mío. [...] Sólo pido, por amor de Dios, que lo pruebe quien no me creyere, y verá por experiencia el gran bien que es encomendarse a este glorioso Patriarca y tenerle devoción. En especial personas de oración siempre le habían de ser aficionadas, que no sé cómo se puede pensar en la Reina de los Ángeles, en el tiempo que tanto pasó con el Niño Jesús, que no den gracias a san José por lo bien que les ayudó en ello. Quien no hallare maestro que le enseñe oración, tome este glorioso santo por maestro, y no errará en el camino."
Teresa de Ávila, Libro de la Vida, cap. 6, nn. 6-8.
Como mencionamos al inicio de la entrada, el Papa Francisco convoca un año dedicado a San José, a quien describe con estas palabras: "Un padre amado, un padre en la ternura, en la obediencia y en la acogida; un padre de valentía creativa, un trabajador, siempre en la sombra"
Os dejamos un enlace a la Carta apostólica "Patris corde" donde encontraréis el texto completo y lo ilustramos con la imagen de San José que luce en una hornacina del retablo de nuestra iglesia




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Comentarios

  1. Gracias, gracias por este trabajo de hoy y de todos los días.

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    1. Muchas gracias por tu interés, por tus comentarios y por el seguimiento que haces de nuestro blog

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